Ravioles de Cordero campestre Blanc
Ravioles de cordero braseado con queso Reggiano, ricota y aroma de hierbas.
Crocantes por fuera, cremosos por dentro. Perfectos para picadas, encuentros o para darte un gusto diferente.
Del freezer directo a la sartén. Crocantes por fuera, cremosos por dentro. Perfectos para picadas, encuentros o para darte un gusto diferente.
Puede que pienses en los ravioles como un plato con salsa… pero hoy te invitamos a descubrir una versión que conquista: ravioles fritos.
Los cocinás directo en aceite caliente (sin hervir), hasta que quedan dorados y crujientes por fuera, con el relleno suave y sabroso por dentro. Una combinación ideal para picadas, entradas, eventos o simplemente para disfrutar de una nueva forma de comer pastas.
Imagen principal cargando...
Imagen principal cargando...
Imagen principal cargando...
Imagen principal cargando...
Descubrí nuestros sabores más pedidos y dejate tentar con los lanzamientos de la semana.
Ravioles de cordero braseado con queso Reggiano, ricota y aroma de hierbas.
Ravioles de lomo de cerdo marinado en barbacoa casera con crema de cebollas y cubos de mozzarella.
Ravioles de Solomillo cocido en vegetales con espinacas y un toque de Sauvignon Blanc.
Ravioles de Ossobuco braseado desmenuzado con crema de vegetales y caldo artesanal.
Ravioles de espinaca con cuatro quesos y nueces en masa verde.
Masa firme de sémola que resiste la fritura sin romperse.
Rellenos sabrosos que se funden en boca.
Se cocinan en 6 minutos, sin hervir.
Ideal para picadas gourmet sin complicaciones.
Se conservan congelados hasta 6 meses.
Freí los ravioles de Paula Pastas directamente congelados en aceite caliente (170–180 °C) durante 3 a 4 minutos, hasta que estén dorados, crocantes y bien cocidos por dentro. Retiralos con espumadera, escurrí sobre papel absorbente y serví preferentemente calientes, solos o con la salsa que prefieras para dipear.
Quiero probarlosTodo lo que necesitás saber para que tus ravioles fritos queden perfectos.
Lo ideal es comerlos calientes o tibios, recién fritos o después de unos minutos reposando. También pueden servirse a temperatura ambiente, como parte de una tabla de picada, sin problema. No se recomiendan fríos de heladera, ya que pierden textura crocante y cremosidad interna. El tiempo máximo de exposición de los alimentos a temperatura ambiente es 2 hs en climas fríos y se reduce a 1 h en épocas cálidas, teniendo en cuenta que sea seguro ingerirlo por la conservación.
Funcionan mejor con salsas de acompañamiento tipo finger food. Algunas recomendaciones gourmet: Crema de ajo asado: Cremosa y suave, realza el sabor del relleno sin taparlo. Ideal con ossobuco o espinaca. Dip de queso azul o roquefort: Para paladares más intensos. Combina increíble con hongos o carnes. Crema de limón y albahaca: Fresca, ligera, muy buena con rellenos vegetarianos o de ricota.
Resolvemos las dudas más comunes sobre nuestros ravioles fritos y el proceso de compra.